En las últimas semanas, Fundación Tierra Viva ha sido invitada a dos mesas de trabajo en el marco de la actualización del Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso (PORU) del Parque Nacional Waraira Repano, la de investigación y la de excursionistas y deportistas.

En ambas mesas hemos tenido la posibilidad de conocer algunos aspectos que vienen siendo considerados en la actualización, escuchado las opiniones de diversas organizaciones y personas, y también manifestado nuestros puntos de vista.

En función de lo anterior y de nuestra experiencia en la promoción del conocimiento y la conservación de la diversidad biológica, el objetivo de nuestra área de trabajo Somos Biodiversidad, decidimos enviar una comunicación a la MSc Hilda Ángel, Directora General Sectorial de Inparques con nuestras observaciones y propuestas vinculadas al PORU y también a cómo se está realizando el proceso.

A continuación la carta remitida el 15 de abril de 2021:

Caracas, 15 de abril 2021

Señores

Instituto Nacional de Parques

Att MSc. Hilda Ángel

Directora General Sectorial de Parques Nacionales

Presente. –

Estimada Msc. Ángel:

Reciba un cordial saludo en nombre de Fundación Tierra Viva, una organización no gubernamental venezolana, sin fines de lucro, con más de 25 años de experiencia, que ejecuta y promueve proyectos de desarrollo sustentable, y que tiene entre sus áreas de acción el conocimiento y la conservación de la diversidad biológica.

La presente es con el fin de compartir con usted y el equipo que está trabajando en la actualización del Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso (PORU) del Parque Nacional Waraira Repano, comentarios, observaciones y propuestas, a partir de nuestra participación en dos reuniones.

A continuación, enumero nuestras observaciones:

  1. Valoramos que después de más de dos décadas de retraso se haya iniciado el proceso de actualización del PORU ya que es evidente que en tantos años el entorno ha sufrido importantes cambios que requieren al menos una revisión profunda.
  2. Creemos que el proceso debió haberse iniciado con la elaboración y divulgación amplia del diagnóstico de la situación del parque, para que este fuera la guía para las observaciones y propuestas de los distintos grupos de interés.  Entendemos que, aunque existe, este diagnóstico no está completo y es desconocido por los sectores externos a Inparques.  Sin embargo, al margen de lo anterior se han dado discusiones que requieren información contenida en ese documento, y ello representa una debilidad para la discusión del nuevo PORU.
  3. Aun reconociendo lo anterior, hemos realizado algunos análisis y por ello no entendemos como la actividad de ciclismo de montaña, hasta ahora prohibida en el parque de acuerdo al PORU vigente, se plantea incorporarla dentro de las actividades restringidas en la nueva normativa.
  4. Existe suficiente experiencia a nivel mundial que da cuenta de los impactos de los distintos tipos de usuarios sobre las áreas naturales, y así como un gran volumen de senderistas afectan negativamente los suelos, las bicicletas de montaña tienen múltiples afectaciones sobre el ecosistema.  Lo anterior está vinculado a la práctica bien conocida de “abrir caminos” por parte de los ciclistas, así como las características propias del deporte y sus practicantes.
  5. Reforzando lo anterior, no entendemos cómo la actividad del ciclismo puede contribuir al objetivo del parque nacional.  Incluso creemos que permitirla en cualquier circunstancia se convertirá en un problema más agudo ya que atraerá a un mayor número de ciclistas, aquellos antes no acudían al parque solo por evitar conflictos al irrespetar lo establecido en el PORU.
  6. Si analizamos las propuestas que se plantean para la actividad en el nuevo PORU, estas también son susceptibles a críticas.  Por ejemplo, se propone que una de las vías disponibles para los ciclistas sea el cortafuegos San Bernardino – La Castellana, que es regularmente utilizado por caminantes y corredores.  Eso representa un riesgo muy alto, y de aprobarse podrían generarse graves accidentes y conflictos entre estos grupos.
  7. También se mencionó que los ciclistas usen de 6 a 9 am, y de lunes a viernes los caminos seleccionados.  Quienes conocemos de la actividad ciclística en el parque, sabemos que la gran presencia de ciclistas ocurre los fines de semana y a cualquier hora.  La experiencia nos hace dudar de que esa normativa vaya a ser cumplida por los ciclistas.
  8. Así, opinamos que en el nuevo PORU debe excluirse el uso de bicicletas dentro del Parque Nacional Waraira Repano, tanto por lo comentado anteriormente como por otros factores que fueron mencionados por diversos usuarios del parque en la reunión sostenida el 15 de abril en horas de la mañana. 
  9. Al mismo tiempo, hemos conocido en las reuniones del interés de extender el parque nacional hacia una zona de bosque primario ubicada hacia el oriente. Aun cuando coincidimos con quienes manifiestan su preocupación sobre la capacidad operativa de Inparques para la vigilancia y protección de esa nueva área, la experiencia en América Latina demuestra que aun con deficiencias de manejo, la declaración de una zona como parque nacional garantiza un nivel de protección mayor de dichas áreas.  Por ese motivo apoyamos la decisión de extensión del parque.
  10. Sobre otros temas, como por ejemplo la producción agrícola dentro del parque no podemos manifestarnos ya que desconocemos los detalles de la situación.  Aun así, le comento que Fundación Tierra Viva ha trabajado con productores de cacao dentro y alrededor del Parque Nacional Henri Pittier, y en áreas colindantes del Parque Nacional San Esteban y en función de ello creemos que es posible desarrollar procesos productivos basados en principios agroecológicos, sin que ello implique una ampliación de la frontera agrícola dentro del parque o la sustitución de áreas vírgenes por zonas de cultivo, de especies presentes y mucho menos introducidas.  Esperamos que esas observaciones puedan ser consideradas en el PORU.

Finalmente, aprovechamos la oportunidad para solicitar a Inparques que, a través de los mecanismos disponibles, educativos, de guardería ambiental, así como legales / administrativos actué firmemente para que los ciclistas no continúen violando el PORU vigente del Parque Nacional Waraira Repano. 

Para nosotros resulta muy molesto que en las reuniones de discusión del PORU estén presentes ciclistas que muestran a través de sus redes sociales la manera como violan este instrumento legal pero exigen la inclusión del ciclismo dentro del parque solo para satisfacer una necesidad personal, y que no haya ningún comentario de parte de las autoridades.

Agradeciendo la atención que pueda darle a esta comunicación, y reiterando nuestra disposición para trabajar en pro de la conservación de nuestra diversidad biológica, le saluda, muy atentamente,

Alejandro Luy

Gerente General

Fundación Tierra Viva