Era el 16 de julio de 1799,  cuando el barco Pizarro llegaba al puerto de Cumaná y traía a Alejandro de Humboldt, un naturalista alemán con gran significado en la investigación científica en Venezuela.

Tenía 30 años.  En 16 meses recorrió ciudades y regiones del oriente, el centro y el sur de Venezuela, incluyendo: Cumaná, Araya, Caripe, Maturín, Barcelona, Higuerote, La Guaira, Caracas, Turmero, Maracay, Mariara, Valencia, Las Trincheras, Acarigua, Puerto Cabello, Güigüe, Villa de Cura, Calabozo, San Fernando de Apure, Caicara, San Fernando de Atabapo, La Esmeralda, el río Orinoco y sus tributarios.  Muchos de sus registros constituyeron novedades para la ciencia y aun ahora constituyen de referencia sobre las poblaciones de algunas especies de fauna del país.

A pocos meses de haber llegado, el 18 de septiembre de 1799, Humboldt visita Caripe y descubre para la ciencia una nueva especie de ave llamada por los pobladores guácharo, abundante en la cueva del mismo nombre.  Años más tarde la nombraría como Steatornis caripensis; que significa “pájaro de aceite de Caripe”.

Otro de sus importantes aportes está vinculado a la estimación de las poblaciones de la tortuga arrau (Podocnemis expansa) o tortuga del Orinoco.  La arrau es la tortuga de agua dulce de mayor tamaño de América del Sur.

Cuando Humboldt llega a las playas del río Orinoco, en la época de sequía, estima la presencia de 1.000.000 de tortugas hembras colocando sus huevos, incluyendo unas 330.000 en las playas de Pararuma y Playa del Medio.  Este dato nos permite entender la dimensión del problema de conservación de este quelonio en la actualidad.

Además Humboldt fue quien descubrió la conexión de las cuencas del Orinoco y el Amazonas, a través del brazo Casiquiare.

La obra de Humboldt estimuló la visita de viajeros y naturalistas europeos durante el siglo XIX, y sus obras aún son referencia para científicos, naturalistas e historiadores.