February 19, 2024 Desde 2006, la oficina de Fundación Tierra Viva en Caracas ha estado frente a la Plaza La Candelaria, ubicada en el centro de la ciudad. Desde un pequeño balcón de un piso 7, pueden admirarse los árboles confinados en sus cuatro esquinas, además de tener una visual sobre edificios cercanos y un lejano pedazo del Ávila, todo bajo un cielo citadino donde se disipa el ruido de los vehículos. La plaza y sus alrededores tiene una relativa riqueza de vegetación, incluyendo árboles de ceiba, caoba y jabillo, dos matas de caucho, y algunas palmas datileras. Asociados a esa vegetación, pero también a la estructura urbana, existe un número importante de especies de aves: unas 65, según lo que se obtiene de la plataforma EBird. Carpintero habado. Fotografía: Nohemi De La Ville (+) Seguramente el número le ha sorprendido, y posiblemente el asombro sea mayor para el ciudadano común para quien conoce un poco de las aves de Caracas, pero ambos grupos no se lo esperarían. “Pero lo único que yo he visto son palomas, guacamayas azul y amarillo, zamuros volando alto, un cristofué cantando y un azulejo pasando raudo”, podría afirmar cualquiera. Zamuro. Fotografía: Nohemi De La Ville (+) Ante ello es importante hacer varias precisiones. Esa lista de especies ha implicado más de 2.000 registros, realizados durante los últimos 5 años. Esos registros han sido hechos durante los diferentes meses del año, bajo distintas condiciones climáticas, en temporada seca y de lluvia, durante el frío de diciembre y el calor de Semana Santa, a diferentes horas, caminando entre los árboles o viendo desde el balcón. Así, se han podido identificar un conjunto de especies comunes, que seguramente encontraremos todo el año como el gavilán habado, el pitirre chicharrero, la tortolita rojiza, la maracaná, carpintero habado, además de las ya señaladas, paloma doméstica, guacamaya azul y amarillo, zamuro, cristofué y un azulejo. En este enlace puedes ver una lista con fotografías de las Aves de la Plaza La Candelaria. Fotografía: Nohemi De La Ville (+) Pero lo más relevante que hoy quiero destacar, es que, viendo a través de tu ventana, un poquito todos los días, aunque vivas en una gran ciudad, puedes ser testigo de la riqueza que te rodea, y que, si además canalizas ese placer a través de plataformas como Ebird, puedes contribuir al conocimiento de la diversidad biológica y de su transformación en el tiempo. Loro real. Fotografía: Alejandro Luy De esa manera, cualquiera de nosotros, desde nuestra vivienda o lugar de trabajo, puede sumarse a lo que se denomina ciencia ciudadana y aportar información valiosa para el conocimiento de nuestra riqueza natural. No tienes que ser un especialista para empezar, pero sí es una garantía que una vez que empiezas es mucho lo que vas a aprender y descubrir. Alejandro Luy Foto encabezado: Maracaná. Autor: David Ascanio